Si bien muchos sistemas funcionan con una temperatura continua, es importante reconocer y tener en cuenta cualquier incremento de temperatura y cambios térmicos del sistema, si se producen.

Cuando la temperatura del sistema fluctúa rápidamente debido a incrementos o cambios térmicos, el dispositivo de sellado debe reaccionar ante cualquier movimiento que se produzca en la aplicación relacionado con la expansión, la contracción y el cambio en la presión interna.

Las condiciones criogénicas también deben manejarse adecuadamente, ya que la mayoría de los materiales (en este caso, dispositivos de sellado) tienen un límite de temperatura baja en el cual el material se vuelve frágil. Si esto ocurre, el producto puede agrietarse o romperse y tener como resultado una falla prematura.

 

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